domingo, 14 de octubre de 2012

Etapa 6ª Camino Sureste 2012 - Pedaladas contra el Cancer


Etapa 6ª : Toledo - Cadalso de los Vidrios: 92 Km.


Etapa muy dura por la ola de calor existente en toda España. Salimos de Toledo por la puerta de la Bisagra, y rodar por la avenida Carlos III legamos a una rotonda, eligiendo la señalización que indica hacia Talavera, dejamos a nuestra derecha una gasolinera y frente a un centro médico giramos a la derecha por un camino paralelo al Tajo, que desemboca en una carreterilla asfaltada con la que debemos tener mucho cuidado, pues en la misma existen dos canteras y con mucho tráfico pesado. Al cabo d eunos 9 Km. cogemos un camino de tierra a la derecha en dirección a la finca Monterrey, llegando al Rio Guadarrama que cruzamos por un puentecillo conduciendonos a la Ermita Cambrillos, y girando a la derecha llegamos a Rielves, donde nos paramos a desayunar, pues hemos recorrido 25 Km. sin servicios de ningún tipo. El calor empieza a notarse. Continuamos hacia Huecas y desde aqui por caminos hasta Noves, desde esta población se sale por el parque junto al Ayuntamiento y el camino nos lleva hacia San Silvestre, donde su castillo se encuentra en ruinas. A Paco se le está notando por momentos los efectos del calor y vamos parando practicamente en todos los pueblos a reponer fuerzas y liquidos. Así llegamos hasta el pueblo de Escalona, al que se accede por una dura rampa. Castillo mudejar en ruinas. Descanso de nuevo. Retomamos de nuevo el camino y nuestro proximo punto de destino es Paredes de Escalona, que alcanzamos bajo un calor sofocante. Paco a parte de refrigerarse con dos jarras de cervezas se mete para el cuerpo un plato de huevos, patatas y filete, mientras que yo opto por un bocadillo de queso.

Despues de la comida le sugiero la posibilidad de descansar un poco, pero decide seguir. Craso error. Ahora cuando el camino continua a la derecha de la carretera, me comenta Paco de continuar por la carretera y le indico que no me fio de la carretera y el me dice que si, pero viendo como se encontraba continuamos por carretera. Le notaba cada vez más flojo y en estas llegamos a Almoroz, donde me dice que se queda allí y le digo que todo lo que no hagamos por la mañana se hace muy dificil por la tarde, máxime con el almuerzo que se ha metido. Momentos dificiles. Descansamos un momento y decide seguir, sugiriendole descansar un poco más, pero no fue posible. De todos modos fue inutil el intento, apenas dos kilómetros más adelante, en una gasolinera se para de nuevo y me dice que continue yo sólo que él ya llegara. Le digo que eso no va a pasar, y él insiste, pero de nuevo se encuentra con mi negativa. Fueron momentos muy difíciles. Mientras tanto se bebiío dos litros de agua casi de un tirón. Pasaba el tiempo y me dije a mi mismo que a las 17,30h. saldriamos, pues estabamos muy lejos y tenia el temor de que se nos hiciera de noche en plena carretera nacional. No tuve que forzar la situación y 5 minutos antes de la hora fijada como límite me dijo que continuaramos, y así fue. Lentas pedaladas pero al menos continuas. Llegamos al cruce y girando a nuestra derecha seguimos por carretera hacia Cadalso, en una larga subida, donde el calor persistía. Llegamos a Cadalso y a la entrada del pueblo, mientras esperábamos a la Policía Local para que nos acompañara al albergue, pude ver el rostro de cansancio de Paco. Apenas sin fuerzas estaba sentado en las escaleras de un bar cerrado y en reformas. Compramos unos refrescos y me sentí mal por el estado de mi amigo. Cuando llegó la policía nos acompañó al albergue, junto al poli, pero muy lejos del pueblo y tras subir nueva rampa. Una vez allí nos duchamos en el poli  nos trasladan al albergue. Decepción. Caseta de obra en medio de un pinar, y con un calor sofocante. Pero a pesar de ello y felices por haber alcanzado nuestro destino bajamos al pueblo. Yo me quedo escuhando Misa y Paco baja a un bar, donde después nos encontrariamos para cenar, hablar y relajar ánimos. La decisión quizás no fue la correcta pero una vez asumida por los dos no podía ni debía dejarlo sólo. 
Tras la cena nos dirigimos a la caseta y poder descansar. Imposible. Calor sofocante, hasta el punto de tener que sacar el colchón fuera de la caseta y dormir toda la noche debajo de un pino.


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